Thursday, March 29, 2007

Ramonín


Ramonín, un señor mayor, regenta uno de los últimos bares-tienda, eso que ahora llaman "comercio mixto y taberna" que quedan en Asturias. No es gran cosa, allí uno puede hacerse con algunas conservas, bollería, chocolate, insecticida, tabaco, helados, quintos de cerveza caliente y si hay suerte una coa-cola (esa c que falta es muda, como la h) fría, y demás artículos de emergencia y fecha de caducidad alarmantemente cercana. Como bar no es que sea un lujo: vino, cerveza y refrescos. El café a veces puede hacerlo, a veces no.


Ramonín no tiene horario: como vive en el piso de arriba, abre y cierra el bar cuando le sale de los cojones. De todas maneras, lo normal es que no haya ni dios en el local, como mucho algún nativo del lugar (no son muchos) que apura el vino mientras disfruta del cigarrillo, ensimismado en el techo o en las viejas fotos de A Veiga que cubren las paredes. A ese bar-tienda no han llegado las conversaciones todavía.


Ramonín se mueve despacio. MUY despacio. Es un autómata inexpresivo que escucha, procesa, ejecuta y recauda sin articular una sílaba ni mover un pelo de las cejas. De vez en cuando, mirando el canal regional en la TV, creo (creo) haberle oído murmurar alguna palabreja que no comprendí. Quizá porque la lengua que utiliza esté tan perdida y olvidada como el pueblo en que vive.


Ramonín, no sé si sabe que a escasos 10 m de su bar-tienda, hay un estudio de grabación camuflado en una casa que anda cerca de cumplir 200 años y hará unos 80 que le lavaron la cara por última vez. O que a veces, algún músico en horario intensivo se pasa allí casi una semana encerrado, trabajando a destajo, y, llegado un momento, tiene la opción de ir a su local (si está abierto) a desintoxicarse, tomarse una cerveza tibia y comprar un snack de chocolate para no volverse loco, antes de volver al abrazo asfixiante de los cables y los micros.


Seguramente nunca le demos las gracias por ello.


PD: perdón, Madame. Acabo de llegar hace escasamente 2 horas y aún no pude enseñar a mi perrina a actualizar. Se pasa el día en el buscaminas, la muy gandul. ;)



Thursday, March 22, 2007

Casualidades


Este fin de semana, carretera y grabación. Y con este catarro en lugar de Bruce Dickinson voy a parecer Camarón. De alguna manera, los astros siempre consiguen alinearse de tal manera que nunca algo es completamente perfecto... Deséenme suerte y denme recetas para el catarro de pecho, me consta que su repertorio es amplio.

Besos.

Monday, March 19, 2007

El noble arte del domingueo


Ayer tocó Domingueo. Con mayúscula. Nos encaminamos hacia tierras quirosanas para comer en un bucólico restaurante rural en un ambiente idílico. Con parada incluida para tocar los cojones (bueno, están más que acostumbradas) a Francisca (Paca para los amigos) y Tola, las osas cuya oculta, auténtica y triste historia (digna de Mofli y similares) tengo el privilegio de conocer de primera mano; mientras dormitaban debajo de un arbolillo y la gente les hacía ¿fotos? con el móvil, que a pesar de mi ignorancia en fotografía celular, presumo que no se verían una mierda.


Debo decir que aunque la tarde no estuvo en general nada mal (eso sí, he comido en sitios mejores, más cercanos, más baratos, con personal más agradable, más todo, y bastantes veces), me sentí el prototipo de Rodríguez. No es lo mismo que ir a comer por ahí un domingo. Hay veces que lo sabes y ya está... cuando se juntan la masificación en el coche, la musiquilla hortera, la cañita en el bar del pueblo luciendo el polo y los playeros, la comilona de entendidos -de repente- en las tradiciones más ancestrales de la gastronomía popular, y todo termina con unos paisanos jugando una partida de cartas en una tasca... yo lo denomino así. Cada uno que juzgue como quiera.


Por cierto, Madame, si no ha visto el vídeo "Walking on broken glass" de Annie Lennox, búsquelo en el Yutuve. Que viene con sospresa.



Tuesday, March 13, 2007

La Gruta del Fingal


El día que la escuche, mire al horizonte desde el borde del mar y sonría sabré que mi vida ha sido, o esta siendo, todo lo intensa y épica que desearía. Hasta entonces simplemente me sobrecoge y me hace sentirme infinitamente pequeño, ínfimo, monomolecular. De una manera total y absolutamente grandiosa. Esto no lo ha escrito una mano humana. O sí, pero qué bien se le daba, mire usté.


Seguro que alguna vez la he mencionado, si alguien queda por escucharla, que no lo dude. A mí me mata. Y si la unimos a un cuadro de Friedrich, peor me pongo.


Abrazos de vuestro cerdito, amigo y vecino Cecil.


Friday, March 09, 2007

El trash metal del agua


Sí sí sí, sigo aquí, tengo tantas cosas en la cabeza -algunas de las cuales no debería tener- que a veces olvido que tengo cierto compromiso con este mi, su (de ellos), su (de Vds.) blog. Y con la resaca de carnaval a cuestas (todavía queda la pitanza dominical), parece que puedo empezar a intentar pensar en tratar de centrarme un poco y hacer cositas nuevas. Ya, queda un trecho.


Pero de momento, poco a poco. Acabo de grabar (rápidamente y de manera bastante improvisada) "Aunque llore la ciudad", la canción que ofrendé a título personal al Refugio como regalo de Reyes, que todo el mundo sabe que no existen, pero que tampoco son los padres (DG dixit). A ver si puedo llevársela a mis hermanas favoritas (con permiso de las limpieñas Vérez e Irénez) el domingo.


Hoy y mañana eran días potenciales de montaña. Ayer hacía un día de órdago después de la ventolera... hoy hace un día de chica en paso (la jerga del mus es universal). Un día de mierda, vaya. Esos en que la melodía del agua suena como trash metal porque uno tenía planes. Y me temo que mañana seguirá igual. Lo cual no me conviene nada, porque debería quemar el doble whopper con doble de queso que me ventilé el martes (hacía años que no iba a un Borriquín de esos y qué coño, me quedé como un rey).


Yo me voy despidiendo de mi cerdito albañil y Norma de su ratita insegura, pero el domingo aún habrá cosillas que comentar. Seguro.