Monday, July 28, 2008

Lorient, une atre fois




Otro año más voy a dar con mi culo en la aldea de Asterix, para empaparme de ese volksgeist mundial que caracteriza el festival Intercéltico. Lo guay es que esta vez no me limito a mirar, esta vez hay que tocar y olé.


Sólo serán dos, o tres, conciertos, pero con una banda, cuando menos, interesante. Podeis escucharos todo el primer disco en http://www.xera.com.es/, y para los que viven rápido, no es un vídeo, pero suena bien:




Y esta vez ya tengo conocidos allí, así que a ver. ¡Nos veremos a la vuelta, un abrazo y un besazo a todos y/o todas! ¡Au revoire!

Friday, July 25, 2008

"Soy señor de senderos estrellados...




... y ciudadano libre de las cumbres.", dijo uno. Esta frase, curiosamente, ya la dije hace exactamente dos años en este blog. Hoy tampoco podía faltar.


Unos días emulando a las cabras por los caminos de Picos vuelven a uno de lo más místico. Sobre todo si tienes la suerte de pillar una noche despejada en la vega del Urriellu. Superior.


Y si encima luego tienes la suerte de conocer a alguien que te haga de guía por la zona de Liébana, y además es tan encantador como el que teníamos nosotros, mucho mejor. ¡Gracias Mary Anthony!


Vacaciones breves, pero intensas y necesarias.

Thursday, July 17, 2008

Remedios (y III)




- Bueno, te has decidido a venir a una consulta. Que sepas que todo lo que te vamos a contar aquí no es casualidad, todo lo que digamos fue, es y será, y tienes que utilizarlo como referencia para tomar tus decisiones en un futuro, porque no lo decimos nosotros, estás preguntando a los dioses.


- Vale -. En la sala no hay nada, casi ni pintura en las paredes. Yo estoy descalzo, con los pies en una estera, mirando de reojo a los 4 babalaos que me rodean, sentados en sus sillas.


Los babalaos son gente curiosa. Hay un chaval joven sentado a mi izquierda, con una libreta donde tomará sus notas. Está de prácticas. De frente está el que nos metió en el ajo, español y santero, que se ocupa del desarrollo físico del ritual, hablar con los dioses, lanzar las conchas y esas cosas. A mi derecha, está el "padrino", un negrón de un montón de kilos con fundas de oro en al menos 4 ó 5 dientes, al que se le entiende a medias cuando habla, y que solo se encargará de interpretar las señales, lo mismo que el último babalao, detrás de mí, el mayor de todos. Dicen que es muy bueno interpretando. No lo sé, porque no le entiendo ni una sola palabra de lo que dice.


La primera parte del ritual me apabulla un poco porque el babalao español (al cual llevamos días viendo como una persona normal) se pone a recitar un free-style en lucumí -el idioma africano que usan los santeros- que dura un montón, a toda pastilla y sin dudar un segundo. Casi me siento tentado de levantarme y aplaudir cuando termina. Guau. Seguidamente agarra un collar hecho con conchas, unas blancas y otras negras, y con algunos motivos tallados. Lo lanza al aire, y según caigan las conchas de un lado o de otro, pues se miran entre ellos y opinan. En africano, o sea que tampoco me entero de la misa la media. El "becario" va apuntando los resultados en su bloc. Luego se me dan dos piedras, una clara y otra oscura: me indican que las baile un poco en las manos y que luego ponga una en cada mano cerrada. Creo que una quiere decir "sí" y otra "no", no estoy seguro, el caso es que el proceso se repite varias veces. Y tras este jueguecito, empiezan las interpretaciones:


- ¿Has tenido problemas en la sangre alguna vez? - comienza el joven, mirando sus notas.

- Uh... no, nunca.

- ¿Seguro?

- Seguro, seguro. -"¿Qué carajo de adivinación es esta?", me pregunto.

- Ah, pues... bueno, ten cuidado porque puede que los tengas en algún momento.

- ? Ehhh bien, vale, tendré cuidado.

- Y sería una pena, porque nombrededios dice que estás llamado a ser grande.

- Vaya, pues sí, sería una pena. - Dice otras cuatro tonterías, utilizando el recurso de que si no te pasó algo, es que te va a pasar, pero aquí no nos equivocamos nunca porque somos la voz los dioses y amén, punto en boca y pollo al limón. Ni siquiera pretenden camuflar un poco esa manera de tirarse al río. Es así y a callar. El joven termina y los otros se miran, asienten, como entrenadores de béisbol orgullosos de su discípulo. El español no quiere hablar: me conoce -un poco- y piensa que eso puede hacer que lo que diga pierda credibilidad. Arranca el padrino:


- Como dice nosequién, tienes que tener cuidado con la sangre, y Ochún dice (no dicen veo que, ni creo que, ni se me ha revelado que, no. Meten a los dioses hasta el cuello) que también con el estómago. ¿Tienes problemas de estómago?

- Pues no.

- Pero los has tenido.

- Si a una diarrea ocasional lo llamas problemas de estómago... pues qué sé yo, sí. - Sonríe satisfecho. A esas alturas ya no me creo nada, me está dejando de resultar hasta interesante.

- ¿Tienes novia? -pregunta que viniendo de un negrón de 150 kilos con dientes de oro, es cuando menos inquietante.

- Uh, no.

- Pues dice noséquédios que vas a conseguir una novia antes de irte de Cuba. -Sonríe- ¿Cuándo tuviste novia por última vez?

- Eh... bueno, hace años ya.

- ¿Y tenía amigas?

- Sí, tenía, claro. - Joder, claro que tenía amigas ¿¿qué clase de preguntas gilipollas son estas??

- Es que dice nosequéotrodios que tengas cuidado con los homosexuales (¡toma ya!) porque tu novia tenía una amiga, y te dejó por ella, porque en realidad eran las dos lesbianas y acabaron ahí dándose bambú (no recuerdo la expresión exacta).

- ¿Cómo? - Ya no lo puedo evitar, y me río en su cara.

- Aunque parezca mentira, es así como ocurrió. -"Y como digas algo te dejo el ojete como la bandera de Japón, así que calladito.", le faltó decir. Mi cara ya era un poema. de Bukowski. ¿Qué tipo de broma era esta? Dijo alguna tontería más, pero en ninguna se tiraron al río de esa manera. Puta que los parío, qué jeta gastan. El último babalao ya me daba completamente igual, yo tenía todavía los ojos como platos con la última revelación, por la manera de lanzarse a la piscina y por el morro que tienen los tíos. Pa flipar. De todas maneras, la conversación con el último fue otra broma.


- ¿Saewir qu'ela emengaba ela? - habla en castellano, que es lo simpático. Pero con acento guajiro y a toda hostia.

- ... ¿Ein?

- Emengaba ¿emengaba ela?

- Podría ser... -Se miran, opinan y hablan.

- Sorio manganga'l benoais eqwinda qwinda feod. Morgunada eorisaal eoina'wsns dap. ¿Budúm mulegaz?

- ...

- ¿Budúm mulegaz?

- Eh... uh... es que claro... depende. -casi me da la risa otra vez.

- Sieeiva eiclamenca pore gomuun. ¿Piasfi?

- ... No, supongo que... no, al menos no conscientemente. - Y se vuelven a mirar y opinan y hablan entre ellos. De repente me mira el español, y dice "Bueno, ya está, si quieres hacer alguna pregunta puedes, si no ya puedes irte, tienes que hacer "obras al pie de Eleguá" (todavía no sé qué coño es eso) para que todo vaya bien, y no olvides dejar tu donativo antes de irte."


Al final resulta que, como suponíamos, todo es un negocio. Ni cristianismo, ni satanismo, ni nada. La religión más fuerte en el mundo sigue siendo el dinero. En el estudio de la santería uno asciende por categorías, pero para ascender tiene que aflojar la mosca en concepto de ¿matrícula? ¿pollos decapitados? ¿gastos de secretaría?, y creo recordar que era un pastón incluso para un europeo. Cada consulta cuesta la voluntad (una voluntad a partir de un mínimo, gran invento), y al pagarse en moneda "turista" (el peso convertible) salen ganando considerablemente. Ganan más que médicos, ingenieros... y sin dar un puto palo al agua. Y cuanta más gente haya metida mejor, más pasta. Como todas las malditas religiones del mundo.


A partir de la consulta, a mí personalmente me miraban con otros ojos. Con peores ojos, vaya. Mi consulta fue la más breve, porque (se me dijo después) me vieron con cara de simple curioso, que iba a ver el ritual in situ como si estuviera en National Geographic, por tema cultural y folklórico. Debe ser la única cosa en que acertaron de pleno. Pero desde entonces me sentí vigilado, mirado de reojo, amenazado... y querían que se les notara. Esas 24 horas que faltaban hasta que nos largáramos de allí fueron bastante tensas. Ahí se me ocurrió el paralelismo con el pueblecito de Lovecraft. Todo el mundo se conoce, todo el mundo es santero, y todo el mundo sabe que no te crees ni media y que no pintas nada allí. Las aceras, las farolas, todo te dice "veeetee... laarrgooooo..." Oops. Agradecí huir, porque aquello no fue irse, fue huir con todas las de la ley. Del concierto no voy a comentar tampoco nada, porque realmente no hubo mucho que contar en comparación, solo decir que estaba menos a gusto que un oso polar en Huelva.


Pero vamos, ¿la santería? un fraude, una tradición costumbrista de la que se aprovechan los listos. Así que, como dijo el poeta, "me cago en la santería y en la madre que la parió".


Y es que cada vez que hablo de esto me enciendo...


Abrazos a todos, mozuelos y mozuelas. Y mirad debajo de vuestra cama, a ver si va a haber escondido un santero.





Sunday, July 13, 2008

Hoy ando...



...falto de tiempo, simplemente me gustaría hacerles partícipes de mi curioso aniversario: cumplo 10.000 días, si los cálculos son correctos.


Si no lo son, haré colgar a mis astrólogos de una higuera.

Saturday, July 05, 2008

Pequeño inciso


Ya soy licenciado en Hª y CC. de la música.

Gaudeamus igitur.

Alegrémonos pues,
que ya era hora.

Cojones.


Thursday, July 03, 2008

Remedios (II)




Al día siguiente, tras comprobar que no falta ninguno de nosotros, nos encontramos con una curiosa noticia: tenemos que largarnos de casa hasta la hora de comer. No, no estábamos de Rodríguez, estábamos pagando la habitación. ¿Entonces? Fácil. Tocaba petit commité santero y no estábamos invitados. Por lo poco que deduje de aquello, se pasaron toda la santa (qué bien traído, jajaj... uy, perdón) mañana tirando conchas por el aire, poniéndose de ron hasta el culo, cortando la cabeza a unos cuantos pollos y poniendo la casa perdidita de sangre mientras canturreaban los greatest hits del África profunda.


Así que echamos la mañana paseando por el pueblo y tomando Bucaneros (o limonada, que yo estaba ya de Bucanero hasta el ojal) en el bar, esperando a que terminara el botellón privado, mientras empezábamos a comentar ya lo majos que eran ayer y lo raritos que eran hoy. Por desgracia, en nuestro bando había un agente doble que hacía improcedente despotricar lo que nos hubiera gustao (al menos a mí), además era un babalao; y creo que fue entonces cuando nos ofreció, con toda su buena intención, que hiciéramos una "consulta". Bien. Empezamos a entrar en materia con tecnicismos. El babalao es, por decirlo así, el puto sheriff en esto de la santería. El que más mola. El que más chana. El que más. Pero sólo pueden serlo los hombres, toma ya. Y en la consulta, pues te rodean unos cuantos, y según su sistema, te hablan de tu futuro, tu pasado, y esas movidas. Interesante ver esto in situ, dije yo, vamos p'allá. Gema y Nacho se apuntaron también.


Para comer, al menos, había pollo recién sacrificado. Lo cual se agradecía, porque la comida se basaba siempre en las sobras de la cena pantagruélica del primer día, y cada día era más evidente. Ya en la casa -yo creo que debieron ver ya nuestras caras de aprensión-, aquello era una especie de pequeña dictadura a escala: si nos juntábamos más de dos personas, aquello podía ser parte de una conspiración judeo-masónica, y éramos permanentemente vigilados. En cuanto abríamos el hocico para decir lo que fuera, aparecía alguien. Cualquiera. A cuento de nada, se sentaba ahí al lado y hablaba de cualquier memez para justificar su presencia. Intimidad cero.


Mientras tanto, "preparábamos" el concierto que íbamos a dar en la "disco" del pueblo. La guinda, vamos, si queríamos pasar desapercibidos ya la habíamos jodido del todo. Tras una muestra casera del show, la gente de la casa decidió que había canciones que no se podían tocar, que podía ser un problema si había gente del CDR*. La primera intentona de tocar, tras pasar un día de relax en las playas caribeñas de Sol Meliá, se suspendió por temas de papeleo gubernamental (allí el dueño del bar no decide ni el color de sus calzoncillos, allí decide el estado, en eso y en todo lo demás), y el bolo quedó pendiente para el día siguiente, donde se retomará aquesta historia y se hablará del concierto y de cómo sucedió el episodio de las consultas, que tiene tela porque además no me pienso cortar un pijo, como si lo lee toda la comunidad Yoruba uno detrás de otro. ¡Ja!
* CDR: Comité de Defensa de la Revolución: son peña anónima, hasta el punto de que tu padre podría ser del Comité y tú podrías no saberlo. Si ven en cualquier sitio alguna actividad, o lo que sea, de carácter contrarrevolucionario, se chivan y te buscan el marrón de tu vida, que te detengan, o te hagan la vida imposible, o lo que sea. Y supongo que detenerte allí no consiste en que te saquen una foto y te digan que no lo vuelvas a hacer. Como inspectores de la SGAE pero a lo bestia.