Puede que recuerden...

...un post de hace cierto tiempo, en que la imagen acompañante eran unos símbolitos circulares como con letras japonoides, y todo quedaba en un extraño misterio por resolver. Vale, pues meses después parece que se resuelve la cosa.

Para explicarlo asín brevemente, va a salir un videojuego de índole musical para cierta consola (no voy a decir la marca, que los de Nintendo no quieren que se sepa. Uy.) en Ejpaña por primera vez, y los comedores de sushi quieren que todas las canciones salgan traducidas a la lengua patria (la nuestra). Y resulta que un viejo conocido, que trabaja como traductor en el imperio del pixel, me ha colao en el asunto. Así que voy a cantar y hablar en un videojuego. Hasta ahí es simplemente jocoso el tema. Pero como los nakatones son así de neuras y no quieren que nadie sepa nada ni escuche nada ni nada de nada ni haiga filtraciones antes de tiempo y todo es clasificado y top secret (quizá esté hablando demasiado ya) so pena de castración química y después física, pues hay que ir a grabarlo al salón de su casa.

Tokyo.

Hala.

Y lo más gracioso (y más mejor), he arrastrado conmigo en esta caída sin final a nuestra queridísima Norma, que en función de si puede pedir según depende qué días en el curro, se vendría conmigo al país del sol naciente a poner voz a la sección femenina. Lo de Norma aún está un poco en el aire, pero todos en el departamente de traducción están enamoraditos de su voz y cruzan los dedos para que pueda viajar. Eso es tener al público ganao. A ver si hay suerte, por ella, y porque no quiero ser el único español en una jaula de grillos a 10.546 kms de casa.

Besos a todos. Habrá crónicas de viaje cuando vuelva, por supuesto.

El azar y sus jodiendas

Habiendo ensayo -al fin- esta tarde, siendo el día grande del Carnaval esta noche, celebrándose mi onomástica este miércoles, preparándose un concierto de GPS el viernes y una cena-fiestón sorpresa el sábado...

¿Alguien puede decirme por qué precisamente hoy aparece mi bronquitis? Es como mi menstruación: siempre vuelve en el peor jodido momento.

Besos y *cof* abrazos.

Creí que...

...en Cuba podría encontrar discos a precio de risa, y así completar la colección de Silvio de una vez (no tiene discos el jodío). Craso error. Estaban como aquí o más caros todavía.

Aun así, sin prisas, entre tiendas de discos antiguos, segunda mano, Ebay... voy terminando poco a poco. Desde ayer me queda uno menos.

Y cuando acabe, ¿qué? ¿Raphael? ¿María del Monte?

Hechas las presentaciones...

...ya podemos entrar en harina, y puedo contarles todas esas gilipolleces que a nadie importan, por ejemplo esta que sigue:

había soñado muchas veces con correr sin llegar a ningún sitio, con caer sin caer en ningún sitio, con volar, con que se me cayeran los dientes en un repentino otoño bucal, incluso con que me daba un leñazo en coche. Pero hasta hoy nunca había soñado que me pegaba un tiro. Así, en frío. Pam. Y puré de cerebelo baila un rock'n'roll por el aire mientras el resto de mi carcasa mortal se desliza plácidamente por una escalera. Me desperté cuando llevaba como medio minuto ejerciendo de fiambre y mi guionista neuronal se dio cuenta de que, en esas circunstancias, no había mucho más que pudiera contar. Por qué llegó mi subconsciente hasta el punto de matarme, no lo sé. No me acuerdo. Algo feo le diría.

Eso fue como a las 5.30 a.m. , y luego me costó un rato muy largo volver a conciliar el sueño, como es de ley. Supongo que es lógico, con la detonación metida en la cabeza, en algún lugar entre el yunque, el estribo, la cóclea y el bulbo raquídeo.

Y que conste que todo esto no es una justificación para la siesta que me voy a largar ahorita mismo. Es una recomendación. Si quieren soñarse autoexcluyéndose del padrón, que no sea de un tiro. Ahórquense, abran el gas y cierren la puerta. Todo vale, pero un tiro no. Luego no hay dios que duerma.

Besos