
...un post de hace cierto tiempo, en que la imagen acompañante eran unos símbolitos circulares como con letras japonoides, y todo quedaba en un extraño misterio por resolver. Vale, pues meses después parece que se resuelve la cosa.
Para explicarlo asín brevemente, va a salir un videojuego de índole musical para cierta consola (no voy a decir la marca, que los de Nintendo no quieren que se sepa. Uy.) en Ejpaña por primera vez, y los comedores de sushi quieren que todas las canciones salgan traducidas a la lengua patria (la nuestra). Y resulta que un viejo conocido, que trabaja como traductor en el imperio del pixel, me ha colao en el asunto. Así que voy a cantar y hablar en un videojuego. Hasta ahí es simplemente jocoso el tema. Pero como los nakatones son así de neuras y no quieren que nadie sepa nada ni escuche nada ni nada de nada ni haiga filtraciones antes de tiempo y todo es clasificado y top secret (quizá esté hablando demasiado ya) so pena de castración química y después física, pues hay que ir a grabarlo al salón de su casa.
Tokyo.
Hala.
Y lo más gracioso (y más mejor), he arrastrado conmigo en esta caída sin final a nuestra queridísima Norma, que en función de si puede pedir según depende qué días en el curro, se vendría conmigo al país del sol naciente a poner voz a la sección femenina. Lo de Norma aún está un poco en el aire, pero todos en el departamente de traducción están enamoraditos de su voz y cruzan los dedos para que pueda viajar. Eso es tener al público ganao. A ver si hay suerte, por ella, y porque no quiero ser el único español en una jaula de grillos a 10.546 kms de casa.
Besos a todos. Habrá crónicas de viaje cuando vuelva, por supuesto.