
Por fin, esta vez espero que sea algo continuo: el viernes subimos al ("ascendimos el", dicen los supermontañeros) Mostayal, en la cima soplaba que parecía aquello un ochomil. Y con las agujetas aún a flor de piel, mañana vamos al Gorfolí de paseo, para no perder el ritmo. Poco a poco espero volver a reconciliarme con las montañas.
Por lo demás, siento como una pesambre... debo estar incubando algo. Qué raro.
Abrazos a todos.
1 comment:
Pues ánimo, ánimo con sus agujetas. Yo arrastro unas desde hace una semana... ¿o será un amago de cólico de riñón? porque estoy empezando a preocuparme... y me duele mucho.
Besos... espero que vuelva la tranquilidad, y espero verle pronto.
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