...de nuestra montaña...
Como bien señala mi hermana y vecina Norma Desmond, este tiempo aquí no hay quien lo entienda. El martes pasado salí, junto a otros dos raritos, de Gijón con dirección a Covadonga. El primer día hizo un sol de carajo, y el segundo amaneció... lloviendito. Pero como "sólo" estábamos a falta de 45 kms, pues dijimos "coño, seguimos que esto para". Paró, sí, varias horas después. Total, que a día de hoy compagino el catarro con la tendinitis aquiliana (que así parece llamarse), o lo que es lo mismo, el kleenex con la muleta.
Pero bueno, el caso es que llegamos a Covadonga. Con el tiempo justo para hacer como que íbamos a ver a la Santina, y tirarnos en un prao hasta que llegó el coche escoba a recogernos, mientras una pléyade de domingueros (porque aquello parece un merendero) nos miraba con una mezcla de admiración, pánico y asco (¡Oh, ah! ¡Peregrinos! eh... qué mal huelen, ois). No había nadie más con mochilas, así que éramos la atracción ferial del día. Eso sí, sandalias, polos, camisas floreadas y cámaras al cuello proliferaban cual setas. Si nadie nos tiró unos cacahuetes fue por nuestra expresión de mala leche/semiagotamiento.
Pero mira, la cosa me ha servido para volver a no fumar, a ver si es de esta. Ya, ya imagino vuestras medias sonrisas de "sí hombre, claro que lo vas a dejar, chaval..."... Oye, hay que intentarlo hasta que funcione. Cuando lo consiga, me fumaré un cigarrillo para celebrarlo.
He de agradecer a Celia la asistencia en marcha que nos brindó llegando a su pueblo, y al grupo de rock que nos permitió dormir junto a su local de ensayo. Nos dormimos mientras ensayaban, espero que no se enteren nunca.
Agur, gente.
7 comments:
Deeeee nuestras montaaaaañaaaass... ¿qué tal, qué tal? ¿qué es eso de la muleta???
Muchas gracias por la referencia del Roland. Ya está pasada a pianista, ahora a la espera de hablar con Ismael (el susodicho del anuncio).
Un besito, espero verle pronto.
Pues la muleta es un artilugio que sirve de apoyo a los que, por una u otra razón, andan cojos, como es mi caso. A ver si puedo caminar pal fin de semana...
Dios santo: ¡Cecil con bastón! (calle, ya se que son muletas pero déjeme soñar). Acaba usté de ganar siete enteros para esta pobre House adicta... Si me manda una foto la pongo de salvapantallas.
He llegado a utilizar bastón pa ir al bar de la esquina, antes de tener la muleta... y no me he comido un rosco. Es más, casi me como la acera un par de veces. Hay que estudiar pa manejar un bastón de esos...
¿Fotos? Aún debo mantener mi identidad a salvo (si la conociera perdería siete no, sietecientos enteros...) para seguir teniendo este encanto que me caracteriza.
Posss qué faena, cojito y con mocos. Yo también he estado enferma, casi una semana entera, entre mis dos viajes de este verano, pero ya estoy buena.
Cuidesé mucho y aprovechesé del verano, aunque éste por aquí esté siendo totalmente atípico, no hay forma de ir a la pisci, no hace caló..., que noo
Madamme, lo suyo es muy raro. Yo no me puedo mover y éso que no he visto a Cova (pá los amigos). En serio, debe de ser precioso el camino, la hermita y todo.
Lo de la muleta no es muy interesante, precisamente. Yo, que he convivido con ella durante larguísimos períodos, le diré que ni habla, ni se ríe de los chistes malos. Es muda la muy perra, pero al menos no se rompe con la facilidad de un bastón. Madamme acuérdese del capítulo en el que House se cae pq Wilson le ha serrado el bastón... no fue muy sensual, la verdad.
De bastones y muletas no tengo ni idea porque nunca las he usado, pero el post me ha recordado que hace mucho que no me subo por las montañas y ya voy teniendo mono. A ver si ahora en agosto los domingueros se van a la playa y aprovecho, que la última vez yo también volví un poco traumatizado.
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