Dentro de tres días me voy de viaje al fin. PERO me voy al lugar que más se parece a mi tierra natal: sidra, gaita y tambor (¿y oricios? quizá marquen la diferencia). ¿Dónde? En el festival intercéltico de Lorient. Y dónde está eso, me preguntan. Donde la aldea de Asterix, contesto. He constatado que es la mejor (y a veces la única) manera de que la gente ubique Lorient. Por cierto, ¿por qué la dichosa aldea no tiene nombre?
Dentro de tres días me largo de este país de pandereta. PERO compartiremos autocar con una banda de gaitas, así que panderetas habrá por arriba y por abajo. Un par de pollos van al concurso de gaiteros que se celebra. Nos han advertido: son capaces de ensayar.
Podremos ver por la cara todos los conciertos que nos apetezca (todos tienen su precio, y no precisamente barato). PERO luego hay que ir a la sala de prensa a hacer una crónica digital al respecto. Somos parte de la delegación asturiana de prensa. Así que vamos a currar también.
Tenemos plena libertad para movernos por toda la ciudad y alrededores. PERO yo sigo cojito cual el Dr. Casa, así que tampoco podré patear a placer. Llevaré mis nuevas prótesis.
Hay muchos conciertos. PERO todos de lo mismo. Un paraíso de folkies freaks, do quien no toca la gaita o el bouzouki es un apestado y no puede entrar en el Gran Círculo Céltico de los Bardos que Canturrean a la Luna Llena Bajo el Sagrado Tejo en el Equinoccio de Primavera.
Hay mucha cerveza. PERO a precio de tráfico de órganos. Y si machacas el hígado antes, no puedes venderlo después.
Cualquiera diría que me apetece ir. PERO sí, me apetece. Sé que a pesar de todo voy a pasarlo bien, hay más de un concierto interesante (¿romperá Sinead O'Connor un afoto de Ratzinger?) y puede resultar una experiencia enriquecedora, como el Avecrem.
Nos veremos a la vuelta, cuando mis oídos dejen de zumbar en la nota del roncón. Besos y abrazos a todos.
PD: Ingmar Bergman ha perdido su última partida de ajedrez. Sit sibi terra levis.
6 comments:
Estoy empezando a olvidar su cara... vuelva pronto, vuelvaaaaa Ceciiiiiiiiilllllll!!!!!
Muaka.
Estimado: está demostrado que más de hora y media de exposición continuada al son de las gaitas conlleva daños irreparables para el cerebelo, a no ser que beba mucha cerveza. En ese caso será el hígado el perjudicado pero...¡lo que nos reimos! ¿verdad? Disfrúteme mucho, haga el favor. ¡Y que el cielo no caiga sobre su testa, por Belenos!
Jo Cecil, pues planteado así, a mí me apetecería mucho ese viaje, seguro que será muy divertido.
Haga fotos para nos y cuidesé esa pierna, no haga mucho casi de Madame en lo de destrozarse el hígado que ya tiene bastante con imitar la cojera del doctorcito.
Hablamos ( o mejor, nos leemos) a la vuelta, que si no vuelve a Norma le da un síncope.
Un montón de besos a ritmo de gaitas, bandurrias o lo que haga falta.
Hasta pronto.
Escribes de maravilla. PERO con poca asiduidad.
El viaje parece atractivo. PERO aguantar la gaita desanima al más pintado.
Cuenta despues sobre la bretaña...yo me voy en septiembre una semana y Lorient entra entre mis planes, claro que no habra festival en ese momento. Por cierto, yo pensaba que era en Enero. Saludos!
Buenas, chavales, me pillais trabajando en la sala de prensa del Palais de Congrés de Lorient (suena bien, pero es lo más parecido a una mierda). Rara es la vez que tengo acceso a ordenador y red wifi (de hecho esta es la primera vez), así que no pude mirar el blog antes.
Ya haré la crónica, pero me apetecía decirle a Lugh que si es posible, lo que más merece ver la pena en Bretaña es el Mont St. Michel (bueno, es casi Bretaña), nosotros no pudimos y además en agosto es poco menos que imposible.
Así que coja una tabla de mareas (si la pilla alta está Vd. listo) y pruebe, que yo me quedé con las ganas. Por lo demás, la gente en Bretaña es tan malditamente rara como en el resto de Francia. Bueno, los bretones tienen menos sangre.
Me echan de prensa, a ver si me entero de por qué, si es que hay un por qué (esto funciona así).
Besos y abrazos a todos y todas, nos vemos.
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