Thursday, August 16, 2007

Hogad, dulce hogad


Pues bien, ya he vuelto de mi periplo franchute. Y contento de volver, porque si este es un país de charanga y pandereta, que decía D. Antoñito, Francia es un país de embudo en la cabeza. Están locos estos gabachos. Me da igual comer a la hora en que normalmente desayuno, pero el tema de los horarios es de traca. Los lunes por la mañana no trabaja ni dios. Hasta ahí bien, ya quisiéramos nosotros. De 12 a 14 cierra todo para comer. Curiosamente, a esa hora también cierra la mayoría de restaurantes (?)


No es posible acordarse de todo. En Port-Luis (pueblecito para el que es menester coger un "barcobús", cuyo último servicio de vuelta es a las 18.30 salvo los martes que aguanta hasta las 20.00) la panadería abre a las 10.00 salvo los domingos, que abre a las 10.30, hora a la que pasa el cartero los sábados, porque el resto de la semana lo hace a las 9.45. A esa hora se puede coger un autobús hasta Poul-Fetan, pero cuidado, porque la única línea que llega cerca es Lorient-Pontivy y solo los jueves, cuando la línea varía porque coincide con el mercado mañanero de Henneboth... y todo así.


Y en lo que respecta al festival, trabajar poco, ponernos hasta las cejas de Guinnes bastante, y tragar conciertos a mansalva, colándonos en todos los backstages con los pases de prensa para buscar más cervecita gratis, pasando de los músicos (no pudo ser, enseguida nos echaban). Lo mejor: Capercaillie y Doolin', unos irlandeses que tocaban en un chiringuito. Lo peor: Sinead O'Connor (regla nº1 de saber estar en un escenario: si todo está sonando como el culo -además de ser un tostón-, no funciona lanzarle una zapatilla al técnico de sonido), que por cierto, se ha puesto bastante oronda. Y mención especial a los Dubliners, que deben tener cada uno 400 años y siguen haciendo saltar al personal. Si hubiéramos pagado todos los conciertos y actividades y movidas, nos hubiéramos fundido cerca de 300€. O sea, ahí o vas con pase de algo o no te enteras de la mitad.


Me quedé con las ganas del bouzouki (parece increíble que en la ciudad del festival más folki del mundo, haya 3 tiendas de música -todas en la misma calle- y en ninguna haya un maldito bouzouki), solo había 3 ó 4 bodhrams y cuatro bombardas. El resto, guitarras y bajos eléctricos, baterías, teclaos... lo que hay aquí, vaya. ¿Dónde está el superfolkismo? A mí me huele un poco a fraude todo este rollo de nación celta.


Podría contar más cosas, pero esto podría convertirse en una pesadez comparable al concierto de la O'Connor, así que de momento lo voy a dejar, simplemente sabed que estoy en casita. Con catarro (sigh).

Abrazos



3 comments:

Cecil said...

Fe de erratas: donde dice que Doolin' son irlandeses, debe decir que son franceses haciendo música irlandesa, y donde pone que tengo catarro debe poner que ya tengo 37.5º, congestión nasal, tos, una leve pero incómoda diarrea y en general, malestar ídem.

Queda inaugurada esta cepa del virus de la gripe.

Yuyuya said...

Holaaa!!!
Cuando tengas un rato entreexaminil y me coincida con mi rato también, pues hablamos un rato de cosas absurdas y me cuentas, vale?
Besos y bienvenido!!

Anonymous said...

Yo le advetí repetidamente sobre el abuso de la gaita, pero como no me hizo caso un Dios febril le ha castigado con idem. No se puede hacer todo, Mr Cecil, no.