Thursday, May 26, 2011

Breve historia


Ayer me vestí de blanco y salí a la tormenta, como una novia que hubiera tenido la grandiosa idea de casarse en abril y en Asturias. Pero esta vez la lluvia no fue una molestia. Al contrario, se convirtió en aliada: el ruido del agua estallando contra la acera del Muro se sumaba al de los aplausos de los que soñábamos con cambiar el mundo.

3 comments:

Anonymous said...

Si algún día lees los libros que te recomendé, la palabra muro tomará otra dimensión :-)

M

Me ha vuelto a salir ingshr... o era insburg?

Norma said...

Amén!

Anonymous said...

precioso egowell