Sunday, July 09, 2006

Nada...


No hay nada mejor que saber que el camino sigue estando a este lado del río, porque los puentes terminan por hundirse.

Nada peor que saberse prescindible.

Un mal día.

Ni caso.

Besos.

4 comments:

Anonymous said...

Aaaay, querido Cecil. Si usted supiera qué reflejada me veo en sus palabras...
Ánimo, ya sabe que los malos días acaban por pasar. ¿Saberse prescindible? todos somos prescindibles... para todo y para todos excepto para nosotros mismos, así que a la única persona que hay que aguantar, divertir, comprender, acompañar, regañar, hacer reir... es a uno mismo.

Un beso, espero que haya descansado.

Norma

Anonymous said...

Sentirse impresdincible... ¡Qué responsabilidad! Quítese esa carga y disfrute de su prescindibilidad. Es curioso, yo tampoco ando muy católica... ¿Será verdad que hay que desconectar/se en verano? Llamaré a la bruja Avería... Y hablando de cosas más vanales/banales/panales/pañales, ¿quizá? (dudo)... ¿Por qué lo hiciste, Zizu?

Anonymous said...

No somos imprescindibles.

Pero somos necesarios.

Cecil said...

Discrepo. ¿Necesarios? Quizás es que algunos tendamos más a la controversia del ornitorrinco, y no tengamos opción de pertenecer a un lugar, sino que estamos en todos y en ninguno, como los monotremas. Como los desarraigados.

Por un lado es gratificante. Por otro sabe a poco.

Pero bueno, ya se me pasó un poco la rabieta. ¡Colacao y pa la cama!

Bienvenida, J.J.