Friday, October 13, 2006

¡Es la guerra!


Vuestro amigo Cecil, que es una hucha de buenos sentimientos (un día habrá que romperlo para comprobarlo), solo odia dos cosas en este planeta: una, los imbéciles (bajo cuyo peso se hunde el mundo, dijo Ibsen). Y la otra... la aborrece más si cabe, a pesar de su inocencia. Chupa sangre y hace "bzzzz" y no es un vampiro zumbón. Efectivamente, hablo del infernal mosquito.

Normalmente los veranos voy a la cama intranquilo, enciendo la luz y rebusco por las paredes, aun sabiendo que lo normal es que se me escondan los muy cucos. Cuando me duermo no pasan dos horas hasta que un zumbido, de -80 db pero que jode el tímpano más que un avión, me hace ponerme de pie de un salto (a veces es literal), buscar el interruptor y abrir los ojos como platos a pesar del golpe de luz. Si lo veo, bien. Como tiro de guerra química (que venga Bush y lo vea), no tengo más que apretar el botón y se acabó el problema. A dormir, que nunca hay más de uno en mi habitación -en este momento es cuando me doy cuenta de que el hijoputa ya me arreshupó a placer-. Si no lo veo... empieza el espectáculo de remover cortinas, subirse a las mesas, mirar bajo las camas, pararse en el centro de la habitación en absoluto silencio captando posibles zumbidos enemigos, mirar palmo a palmo los muebles oscuros. Casi siempre comete un error. Y si no, solución drástica: destrucción masiva, fumigación global, puertas cerradas y huída estratégica a la cocina porque en la habitación no hay quien pare. 10 minutos.

No es la primera vez que me tiro una hora entera buscando al nematócero coñón. Siguen apareciendo, y en mi cama actual no puedo instalar la mosquitera enolme que tenía antes. ¡Es la guerra!

2 comments:

Anonymous said...

Tu al mosquito y yo a la cucaracha. Estos cambios de tiempo tan brutales también vuelven locas a las darwinianas especies. Mis cucas andan como locas por el patio buscando resquicios para tomarse un Gin Tonic en mi cocina. Como todavía no hace frío, las "pobres" no saben ni por donde se andan. Si se les pudiese hacer entrar en razón... pero ni caso, las hijas de puta.

Anonymous said...

Yo de momento (y toco madera) voy librando: ni mosquitos, ni cucarachas, ni carcoma... je! a ver cuanto dura el periodo de sequía...
Espero que estén bien!
Besitos