Fantasía y realidad

Después de tanto curro de tanta gente, y de varias circunstancias adversas, incluso trágicas... hoy es el gran día, y NADA va a salir mal. De momento en Gijón está lloviendo a mares, pero eso no es condicionante. Ayer a las 3 de la mañana quedó terminada la casita de chocolate con los últimos remates a las bisagras de la puerta de galleta de coco.

¿Qué tal anda Vd., Norma? Blancanieves y Cenicienta parecían estar mejor ayer, del cerdito nº 2 (¿pero qué me estás contando?) no se supo nada ayer, y Cencerrín empezaba a notarse un poco febril... Y nuestra queridísima Caperucita, que es fuerte como un baobab, saldrá adelante desde ya. Ni lo dudeis.

Cartón, cola, látex vinílico y amónico, papel de periódico asgaya (uséase mucho periódico, para los de fuera de la provincia), cinta de carrocero, papel pinocho, pintura, grapas, poliexpán, bridas... cualquiera diría que estamos hablando del país de Fantasía y no de un jodío vertedero. Hoy se termina la historia y el cuento volverá a convertirse en la cruel realidad. Pero pase lo que pase, va a ser un gran día (hasta que aparezca alguien y lo joda, como se suele decir).

¿O no?

Savoy night

Cerca de las 3 a.m. terminó el concierto de ayer, pero siempre vale la pena ver a Delagua en acción. Más aún cuando el concierto se celebra en un garito de rocabilis (sí, sí, bilis) y los imitadores de Elvis -en su época drogodecadente- se quedan con los tupés temblando. ¡Faltó Norma, claro, la neña tien que trabayar! Una pena. Pero salieron del banquillo Pablito Moro y Mario LaEme para darle ritmo y color al asunto. Bien por Delagua. Mal por la semi-resaca de hoy.

Parece que se prepara, en el mismo Savoy, un viernes A Contratiempo - Delagua (Silvia y Julio... ¡a doblar turno!) Esa puede ser gorda. Y la resaca también.

Hoy no me voy a exceder más que este ordenador tiene la fea e inoportuna costumbre de apagarse súbitamente, cuando le apetece, y ya está haciendo ruidillos raros y mosqueantes. Besos.

PD: Como no tengo fotos de ayer, voy poner una para que Madame la disfrute. Abrazos, Mrs. M!

Animalística

Después de mi largo viaje por las tierras del academicismo y los páramos yermos de los exámenes (no me puedo quejar, me han salido bastante bien), vuelvo a casa, con la mochila aún llena de apuntes, para disfrutar del descanso del guerrero. Lo sé, son tiempos fríos para el blog... y está todo sin barrer, claro. A ver si me pongo a arreglar esto un poco.

El caso es que nada más entrar al portal de vuelta, me encuentro a mi vecino de abajo con su simpático bulldog, de simpático nombre Homer (lo que hace el poder de los medios) al que le paso la mano por su simpática cabeza como a cualquier otro simpático mamífero. Otro mamífero que esté en sus cabales, vamos. No debió gustarle el gesto, porque en cuestión de una fracción de segundo me había hecho unos zorros la sudadera y mi camiseta de los Maiden (la del X Factor, que compré cuando salió el disco, allá por el 95... sob). Incluso llegó a arañarme la barrigoncia con los piños, el hijo de perra (qué humor... diablilloooo). Este año ya he hecho un sudoku, me han sacado una muela y me ha atacado un bulldog: voy haciéndome mayor.

La reacción de mi vecino mientras amonestaba verbalmente (¡pues tamos listos!) al descentrado cánido fue comunicarme que estaba dispuesto a pagarme la camiseta. Yo le hubiera dicho que estaba dispuesto a pagarle la inyección letal. Y no me estoy refiriendo al perro.