Quero de novo cantar...

Domingo, 20 de enero, en el Jovellanos. Sí, cuesta un pastón, 25 boniatos en el patio de butacas. Pero no puedo dejar pasar la ocasión de sentir escalofríos con regusto a capirinha. Así que ahí estaré, si nada lo impide.

Niana.... naaaa... nia na na, nia na na, naaaa (tarareando la "Tristeza" de H. Lobo).

El troyano, o el parásito, o el pastel de manzana, o lo que quiera que sea que tengo descoyuntándome el ordenador, no me permite postear en sus blogs. Ahora mismo comprobaré si puedo actualizar el mío. Si un día aparece algún post diciendo alguna barbaridad no se inmuten, será el ocioso cabroncete que se ha hecho fuerte en mi CPU, que le dará por meterse en mis cosas y tocar las narices.

Abrazos a todos y todas.

Comer y pagar...

...todo es empezar. Hace unos días nos fuimos unos coleguillas y yo a picar algo a una conocida sidrería, sita en las inmediaciones de mi feudo. La primera cuenta que veis es la original (ya estábamos al loro de que no habían traído las croquetas), la segunda la primera corrección, y la tercera la segunda corrección, al darnos cuenta de que nos habían colao dos sidras de más.

Vale, que había mucha gente y pocos camareros, que no daban abasto (¿junto o separado? hurm...), ... pero no es la primera vez que me pasa (sí es la primera que me pillan con escáner) y jamás se equivocan a favor del cliente. Como se dice por aquí, "mal rayu los parta" si les pasa eso.

Mrs. Desmond, cuando toda esta gente venga a Asturias habrá que llevarlos a algún sitio bonito a degustar, ¿no cree? Al menos donde no nos vean la cara.

¿O sólo vienen a beber? Oh dios, ¿son como hooligans?

Y como si entre una cosa...

... y otra, no tuviera ya bastante en qué pensar, ahora resulta que llega el momento de enfrentarme a la bestia negra del músico. No, no tengo hambre, de momento me puedo permitir el comer algo... Tengo un principio de tendinitis en la mano derecha, que me obliga a dejar de tocar una temporada indefinida, para no llevarla a mayores. Tocaré lo justo, los 4 ó 5 bolos que hay por ahí hasta enero, y me retiraré un tiempo de la práctica. No quiero acabar como un conocido guitarrista del círculo gijonés, al que una tendinitis convirtió en ex-guitarrista para el resto de sus días. Aguantaré como pueda el trago, sentado en la cama mirando para mis guitarras... y a ver lo que dura. Sí. Tengo miedo y no me importa reconocerlo.

Lo digo, como decía Paco Bello, "con ojos de arco tensado y una flecha siempre a punto de llorar". No tengo gracia hoy para chascarrillos, gente.

PD: Madame, ¿Guitarrista viene a Gijón el día 22? Para que veais que la suerte es caprichosa, ese mismo día y a esa hora estaré tocando yo a 200m escasos de él, así que no le podré ver.

Cuídenseme.