Tuesday, May 24, 2011

Circunloquio

Hay algo estos días que cuestiona que todo esté bien como está;
que no mata, ni duele, pero toca mucho las narices;
que avanza en silencio, sin fuego ni ruido.
Extiende su influencia sin estudiar mapas
y sin más estrategia que el devenir de lo natural.
Su fuerza radica en la unión y la perseverancia,
y hay quien piensa que se callará solo
y quien opina que lo suyo sería tomar medidas,
que no es la primera vez, carajo.
Pero nadie, nadie puede evitar sobrecogerse
observando su grandeza.

Hablo de las cenizas de un volcán que se llama Grimsvötn.

Y, por qué no, hablo de las ideas de un volcán que se llama nosotros.

5 comments:

A corderetas con mi alma: "Corde" said...

Es genial, ¡genial!

¿Podías hacernos un favor al resto de mortales y colgarlo en face para que podamos compartirlo si te parece bien? Con autoría of course.

Tal vez aderezado con una composición de las tuyas... de música, digo. Jajajaja.

Un besazo.

Cecil said...

Jajaja Corde!! Me sacas los colores, concretamente el azul cerúleo y el siena natural. Por supuesto, siéntete libre de llevartelo y colgarlo donde más te guste, que a mí me da vergüenza. Soy así, en fins.

Anonymous said...

El que tiene vergüenza, ni come ni almuerza :-)

M

Norma said...

Ay Cecilio, cuánto te echamos de menos!!
Besos, voy a seguir poniéndome al día ;-)

Anonymous said...

"un volcán que se llama nosotros"
:)